
09 Jun Yacko y los PrP
Los PrP
Los PrP o factores de crecimiento plaquetario son proteínas presentes en la sangre. La investigación científica ha permitido relacionarlo con la capacidad de regeneración de tejidos y efecto antiinflamatorio. Ya hace años que se utiliza en medicina humana y seguramente el campo donde se ha hecho más popular, es en traumatología y cirugía ortopédica. En medicina veterinaria utilizamos los PrP con casi las mismas indicaciones. El uso más habitual es la infiltración intrarticular, para el tratamiento de la artrosis. Es una alternativa a los antiinflamatorios con un efecto relativamente largo. Normalmente, los pacientes reciben sus beneficios durante 2-3 meses, durante los cuales no dependen de inyecciones ni pastillas.
Los PrP se obtienen en el laboratorio de los hospitales de medicina humana y veterinaria mediante la concentración. Utilizamos la sangre del mismo paciente y una vez preparados, los aplicamos al mismo paciente de modo de donante y receptor son uno mismo.
Los PrP son un producto orgánico que requiere una manipulación delicada tanto en el proceso de obtención como en su aplicación. Las condiciones de asepsia son imprescindibles. Además, debemos aplicarlos en el mismo momento. Tenemos una ventana de tiempo relativamente pequeña y solemos dividir el equipo en dos, de modo que mientras unos preparamos el producto, otros se ocupan del paciente.
Yacko y su tratamiento
Yacko tiene mucha artrosis. Las articulaciones más afectadas son las de los dos codos y las dos caderas. Lleva años tomando antiinflamatorios y otros productos para aliviarle el dolor. Comentamos con sus propietarios la alternativa de los PrP y estuvieron de acuerdo en probarlo.
Le citamos en ayunas para poder anestesiarle sin peligro. Entonces preparamos las áreas quirúrgicas como si de una cirugía se tratara. Esto significa rasurar el pelo con un zona de seguridad en torno a los puntos de inyección. Y seguir un protocolo estandarizado de limpieza y desinfección. Cuatro zonas en total. Dos caderas y dos codos. Pasamos a quirófano donde le conectamos al aparato de anestesia inhalatoria y a los monitores que controlarían sus constantes vitales durante todo el procedimiento.
A continuación dispusimos todo el material (agujas, jeringuillas, etc) y el ecógrafo de forma estéril y empezamos por las dos articulaciones del lado derecho. El abordaje del codo es relativamente sencillo. Primero obtuvimos muestra del líquido articular para analíticas y después infiltramos los PrP. Para el abordaje de la cadera solemos ayudarnos del ecógrafo. Esta articulación está más protegida y se localiza a mayor profundidad. El acceso se complica todavía más si el paciente padece artrosis debido a las calcificaciones que dificultan la llegada de las agujas a la cápsula articular. El ecógrafo nos sirve para identificar nuestro objetivo y visualizar la aguja cuando lleguemos. Una vez allí, el procedimiento se repite. Obtención de muestra de líquido sinovial (o articular) e infiltración de PrP.
Una vez terminado el lado derecho, los ayudantes cambiaron la posición de Yacko (aún anestesiado) y repetimos los mismos pasos que habíamos seguido antes. Las muestras de líquido sinovial sirven para identificar el tipo de inflamación que sufre nuestro paciente. Enviamos las de Yacko al laboratorio de microbiología (por si teníamos una infección bacteriana de fondo) y al de biología molecular para que detectaran material genético de otras enfermedades como la leishmaniasis.
Los resultados de los análisis nos permitieron descartar estas enfermedades. Yacko se quedó hospitalizado unas horas y finalmente se fue a casa. Hemos seguido realizando controles telefónicos con los propietarios que ya empiezan a ver pequeños cambios en positivo.
Tenemos prevista una mejora progresiva en las próximas semanas hasta obtener un máximo que esperamos que se mantenga hasta bien entrados los meses de verano. Ya os lo iremos contando 😉