Ros, alergia y algo más

Ros es un perro de raza labrador de 11 meses, correctamente vacunado y desparasitado, que vive en el campo desde hace tres meses. Los propietarios de Ros lo trajeron a nuestra clínica en Montuïri por dolor e infección en los oídos y picor en todo el cuerpo, además estaban muy preocupados porque, a pesar de darle un pienso de calidad y de prescripción veterinaria, no crecía tan sano como sus hermanos y le costaba ganar peso.

En la exploración Ros tenía picor, la piel muy enrojecida y lesiones secundarias al rascado en la cara y a nivel interdigital.

Empezamos realizando pruebas laboratoriales básicas que fueron negativas a parásitos y hongos. La historia clínica nos hizo pensar que Ros podía padecer una alergia, por lo que decidimos cambiar la dieta a una dieta hipoalergénica, además de baños con champú especial para pieles atópicas.

Al mes, solo había una mejora parcial, Ros no tenía picor, pero seguía teniendo heridas que no curaban, así que decidimos realizar una analítica de leishmania, que fue positiva.

Ros, además de un problema de alergia alimentaria, tenía leishmaniosis!

Empezamos el tratamiento a base de inyecciones y pastillas y a los pocos días Ros mejoró en todos los aspectos, tenía más vitalidad, más ansia de comer y fue ganando peso, masa muscular y las lesiones de la piel curaron por completo a medida que pasaban los días con el tratamiento.

Su familia se alegró muchísimo al ver que Ros volvía a ser un perro contento y feliz.

Aprovecha la campaña de detección precoz de leishmaniosis de Mallorca Veterinaris mediante una simple extracción de sangre. Por desgracia, es una enfermedad muy habitual en la zona en la que vivimos y la leishmaniosis se puede presentar de muchas formas y asociada a muchos síntomas. Con una sencilla prueba podemos saber si tu mascota tiene o no la enfermedad y así poder empezar el tratamiento lo antes posible.