piometra canina

¿Qué es la piometra canina?

¿Qué es?

Seguro que muchos de vosotros habéis oído hablar o habéis pasado por la experiencia veterinaria de que una de vuestras mascotas ha tenido una piometra. Pues bien, en éste artículo os intentaremos explicar de que se trata.

La piometra se trata de una infección uterina con acumulación de secreciones y pus en su interior. Se considera una urgencia veterinaria, pues tiene un comienzo súbito y es potencialmente mortal si no se trata a tiempo.

¿Cómo se produce la piometra canina?

El mecanismo por el que se produce es el siguiente. Durante el celo, se produce la ovulación en la perra y esto produce un incremento de la hormona progesterona durante 8-10 semanas, para preparar a la perra de una posible gestación. El útero responde con una hipertrofia glandular y un aumento de la actividad secretora endometrial. La acción prolongada de la progesterona hace que este tejido glandular se haga quístico, edematoso y muy engrosado. El exceso de secreciones crea un ambiente óptimo para la proliferación bacteriana, que pueden penetrar a través del cervix.

La piometra en la perra puede desarrollarse de dos maneras, cerrada y abierta. En la piometra abierta la perra expulsa un exudado vaginal que puede ser purulento, serosanguinolento, mucoide o claramente hemorrágico. En la piometra cerrado existe un mayor riesgo de septicemia, shock y colapso.

Diagnosticando la piometra canina

El diagnostico se confirma mediante estudio ecográfico. En la imagen ecográfica se aprecian unas estructuras tubulares hipo/anecogénicas que representan los cuernos uterinos más o menos dilatados, llenos de contenido líquido. El resultado analítico de piometra mostrará signos de infección y en la citología vaginal se observará alta concentración de neutrófilos.

Tratamiento a seguir

El tratamiento de elección es quirúrgico. La ovariohisterectomía, o extirpación de ovarios y útero, es el que ha demostrado mayores tasas de supervivencia. La cirugía debe realizarse lo antes posible cuando la paciente está estabilizada mediante la administración de suero y antibióticos.

En animales de alto valor reproductivo que padezcan piómetra canina de tipo abierto y estén estables, puede usarse un tratamiento a base de antibiótico y prostaglandinas. Estas últimas aumentan las contracciones uterinas con el fin de vaciar el contenido purulento del útero. Sin embargo, este tratamiento médico desemboca con frecuencia en recidivas de la enfermedad que pueden resultar más graves y que llevarán en cualquier caso a la cirugía. Por esta razón, no suele recomendarse la vía farmacológica como primera opción.

Nuestra recomendación para evitar futuras complicaciones es la esterilización.