
28 Mar Limpieza bucal en pequeños animales
Los dientes de nuestros perros sufren diariamente y tienden a ensuciarse a medida que van ingiriendo diferentes alimentos, llegando a formar poco a poco placas de sarro. Esto no sólo es un problema estético. El sarro se produce por la formación de una placa bacteriana en la zona del diente próxima a la encía. Poco a poco esta infección se va extendiendo al resto del diente. Una de las consecuencias es la retracción de las encías, por lo que la raíz del diente queda expuesta, llegado incluso a caerse los dientes afectados.
En la mayoría de los casos, el primer síntoma que notamos es la halitosis, es decir, el aliento con mal olor. Sin embargo, desde el punto de vista médico, es mucho más importante la infección que se produce a nivel de las encías y su repercusión sobre la salud de nuestras mascotas, ya que esta infección puede estar relacionada con otro tipo de problemas mucho más severos como problemas cardíacos o en hígado. Hay estudios que demuestran que un perro con enfermedad periodontal vehicula desde la boca al organismo millones de bacterias todos los días.
Por todo ello es necesario hacer limpiezas de boca periódicas por ultrasonidos a nuestra mascota de forma preventiva.
La limpieza de boca siempre debe realizarse bajo anestesia general ya que es necesario mantener al animal quieto. Para ello, se recomienda que el animal sea sometido a un examen físico así como unas pruebas prequirúrgicas previas, para comprobar que se encuentra en buenas condiciones. Es necesario auscultar al animal para descartar cualquier problema cardiorrespiratorio así como realizar una analítica sanguínea completa donde controlamos que no haya alteraciones en su coagulación o en sus órganos como hígado o riñón.
El aparato de limpieza de los dientes es igual que el que utiliza nuestro dentista. Consiste en una punta metálica que produce ultrasonidos, los cuales provocan pequeñas pero muy constantes vibraciones que chocan contra la placa dental, que suele ser muy dura, y la consiguen despegar del propio diente. Tras la limpieza, se debe realizar un pulido dental. Esto es debido a que, durante la limpieza, el esmalte dentario sufre micro-ralladuras sobre las que las bacterias y el sarro puede volver a adherirse fácilmente. Puliendo los dientes no solo evitamos esto sino que retrasamos al máximo la reaparición del sarro.
Algunos animales tras la limpieza necesitan un tratamiento antibiótico para sanear sus encías. Una vez realizada la limpieza se elimina el mal alimento y el dolor de las encías.
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