
14 Feb Leishmaniosis, no sólo cosa de perros
Como cada año, cuando llega el frío empieza la campaña contra la leishmaniosis en Mallorca Veterinaris. Muchos de los que tenéis perros conocéis algunos de los síntomas más habituales de esta enfermedad en los perros, ya que habéis tenido animales enfermos o conocéis casos de amistades o familiares que los han tenido. Lo que quizá no sabéis es que la leishmaniosis puede afectar también a otras especies, como a los gatos e, incluso, a las personas.
La leishmaniosis es una enfermedad transmitida sólo mediante la picadura de un tipo de mosquito llamado flebotomo, en Mallorca lo conocemos como beata. Para que haya contagio un mosquito debe picar a un animal infectado y adquirir el parásito, luego se requieren unos días para que este parásito sufra unas transformaciones y sea capaz de infectar a otro animal o a una persona.
En España se diagnosticaban unos 100 casos de leishmaniosis en personas al año, sobre todo en niños pequeños y personas inmunocomprometidas, es decir, con unas defensas debilitadas por otra enfermedad. Pero desde hace unos años ha habido un aumento significativo en este número, habiéndose registrado sólo en la Comunidad de Madrid más de 560 casos desde 2009.
En las Baleares la enfermedad en personas se describió por primera vez en 1925 y debido a la gran incidéncia de la leishmaniosis en perros, la enfermedad en personas se considera desde hace unos años una Enfermedad de Declaración Obligatoria. Cada año se declaran casos, la mayoría en Mallorca, aunque aún no se ha dado ningún brote, el número de casos ha ido aumentando los últimos años. El año 2016 se dieron 36 casos en Baleares, de los cuáles 8 eran niños. La zona donde vivimos, en el centro de Mallorca, es una de las de mayor incidencia, registrándose varios casos en personas cada año.

Hay que destacar que sólo un pequeño porcentaje de las personas afectadas convivían con un perro, por lo que tenemos que tener claro que la causa de la infección no es la presencia de los perros, si no la picadura del mosquito.
Hay dos presentaciones de la enfermedad en personas, la cutánea y la visceral. La leishmaniosis cutánea se presenta con úlceras en el punto de picadura, son lesiones que pueden llegar a curar solas después de meses o años y pueden dejar cicatrices. La leishmaniasis visceral es más grave, provoca fiebre de más de quince días de duración, aumento del tamaño del bazo y el hígado, anemia, pérdida de peso y cansancio. Existe un tratamiento eficaz para la enfermedad, pero a menudo requiere hospitalización, y puede ser grave si no se trata.
Ante este aumento de los casos de leishmaniosis humana debemos ser conscientes de que la lucha contra la leishmaniasis no es sólo un tema de salud animal, sino también de salud humana.
Para evitar la enfermedad en las personas, igual que en animales, es importante evitar la picadura de las beatas mediante repelentes, evitar estar fuera de casa cuando anochece y mantener los terrenos y los jardines limpios de hierbas, agua estancada, para evitar la proliferación de mosquitos.