
17 Sep Jordi, un seguidor sin Instagram
Acabo de tropezar por enésima vez con Jordi. No me he dado cuenta y cuando me he levantado para irme a la cama lo tenía a los pies. Ambos nos hemos quedado dormidos mirando la tele. Bueno, Jordi no ha mirado nunca la tele, pero ahora, con dieciocho años y una esclerosis de cristalino que ha degenerado en catarata, casi no ve. De hecho nos identifica por el olor. Es muy gracioso porque se te acerca hasta que literalmente choca contigo. Entonces te huele, te identifica y decide si se queda contigo o busca alguien para seguir.
Jordi: El “follower” sin Instagram
Porque Jordi es y ha sido toda la vida un seguidor, o como dice mi hija, un follower. Mucho antes de que se inventaran las redes sociales. Su primer referente fue Bruna, una perra mayor que él que se le adoptó y lo cuidó mientras vivió. Jordi dependía completamente de ella, que tomaba las decisiones por él. Cuando ella se levantaba, él se levantaba. Cuando ella ladraba, él, también. Se convirtió en su sombra y lo primero que hacía cuando se despertaba era buscarla con la mirada. La pobre Bruna nos dejó hace años y desde entonces, Jordi ha ido cambiando de referente.
Un acogimiento que se convirtió en adopción
Jordi nació en la clínica de Montuïri. Su madre ingresó por una fractura de cúbito y radio que operamos en la clínica. Tuvo dos hijos: Jordi y Clepa. Ambos fueron dados en adopción, pero la familia que debía quedarse con Jordi no le cuidaba bien y decidí recuperarlo. Debería haber sido algo temporal, pero ya veis que se convirtió en definitiva…
Todo un superviviente
Poco después de morir Bruna, Jordi enfermó. Comenzó a debilitarse debido a una anemia. Su médula ósea dejó de producir glóbulos rojos. Se trataba de un proceso inmunomediado. Sus defensas identificaron erróneamente la médula ósea como un objetivo y lo destruyeron. Perdió toda su energía. Daba pena ver a un perro tan movido ahora en una cuna sin hacer nada, sólo nos miraba.
Rosa se tomó el caso como un reto y no paró hasta que encontró un tratamiento efectivo. Jordi estuvo muchos meses tomando una combinación de medicamentos hasta detener el proceso y que finalmente, llegaron a revertir.
Durante todos estos años Jordi ha tenido otros problemas menores que hemos ido resolviendo tal como iban apareciendo. Y aquí le tenéis, con dieciocho años a sus espaldas y con una única misión/obsesión: ejercer de seguidor de su nueva referente, mi hija. 😉
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