Gordo, comer por un tubo - Historias Mallorca Veterinaris

Gordo, comer por un tubo

«Comer por un tubo»

Esta expresión todavía se utiliza ahora, aunque viene de tiempo atrás. Casi todos sabemos que «comer por un tubo» significa comer mucho. Pero, ¿te has preguntado de dónde viene la expresión? Debo confesarte que yo no lo sé, aunque podemos suponer que debe referirse a que pasarlo por un tubo facilita que el caudal de lo que se vierte sea mayor. Bien, puestos a imaginar, todo vale. Pero el caso que te traemos hoy con Gordo es diferente.

En medicina veterinaria la expresión la utilizamos de forma literal. Es decir, a veces damos de comer a los animales por un tubo, o si lo prefieres, a través de un tubo. Obviamente esto sólo lo hacemos cuando el paciente no puede comer solo.

Los tubos se pueden introducir por la nariz (sonda nasogástrica). Es muy frecuente en medicina humana porque los orificios de nuestra nariz son suficientemente anchos como para que un tubo de diámetro considerable pueda pasar. Esta técnica también se puede utilizar en la clínica de pequeños animales, pero los diámetros deben adaptarse al tamaño del paciente y por tanto, el diámetro del tubo es bastante pequeño.

Para introducir comida solemos utilizar otras opciones, que siempre requieren una pequeña intervención quirúrgica. La más habitual es la colocación de un tubo de esofagotomía, también llamado de faringostomía. Lo que hacemos es un by-pas de la boca. El tubo entra directamente en el esófago. Con el paciente dormido, hacemos una pequeña incisión en la piel y continuamos hasta el esófago donde introducimos un tubo hasta la mitad. Entonces lo cosemos a la piel para que no se mueva y realizamos un vendaje para que no se pueda infectar.

Durante la última semana hemos tenido que poner un tubo a tres gatos diferentes. Los dos primeros tenían una enfermedad en el hígado que les había hecho perder el apetito. Si no los alimentáramos a través de la sonda se morirían de hambre.

El caso de Gordo

Gordo es un gato de color naranja macho de 3 años. Ayer le atropellaron. Recibió un impacto muy fuerte en la cabeza que le provocó varias lesiones. En primer lugar, el equipo que estaba de urgencias le estabilizó. Los golpes en la cabeza siempre provocan trauma craneoencefálico y si no tomamos precauciones el paciente puede morir o tener lesiones neurológicas permanentes. Ha estado toda la noche en cuidados intensivos. Ha recibido oxígeno, fluidos intravenosos y, a través de esta vía, también le hemos administrado antibióticos, analgésicos y otras cosas que le hagan sentirse más confortable.

Esta mañana le hemos sedado para poder hacerle radiografías y explorarle la cabeza y sobre todo, la boca, porque la tiene “descolocada” y le sale sangre. Hemos detectado una fractura en el arco cigomático (también llamado pómulo) y otra en el paladar. De ahí que le saliera sangre de la nariz, ya que se produjo una fisura que ha dejado las dos cavidades temporalmente comunicadas. Finalmente, por si fuera poco, se le ha luxado la mandíbula. Por eso no podía cerrar la boca. Aprovechando la anestesia, la hemos puesto en su sitio.

Como imaginarás, Gordo no puede comer. Para empezar le hará mucho daño, además, si comiera, una parte de lo que ingiera se le iría hacia la nariz, a través de la fisura. Por último, no le conviene abrir la boca ni masticar, porque se le podría volver a luxar el maxilar.

Hemos alargado algo más la anestesia para colocar un tubo de esofagotomía. Mañana lo empezaremos a alimentar “por un tubo”, pero empezaremos con pequeñas cantidades que iremos incrementando hasta conseguir cubrir sus necesidades energéticas. Seguramente, Gordo tendrá que llevar el tubo durante tres semanas o más. Dentro de uno o dos días, cuando se pueda ir a casa, enseñaremos a los propietarios cómo alimentar a su mascota y qué protocolo de limpieza y desinfección tendrán que seguir para que no se infecte.

Probablemente dentro de un mes Gordo ya volverá a comer solo y de aquí a Navidad ya se podría comer los turrones. ❤️

¡¡Mucha suerte Gordo!!